Productores franceses de papas regenerativas pretenden convertirse en el buque insignia de su país en el camino hacia una agricultura sostenible


Los experimentos con patatas regenerativas, trasladados del Canadá al suelo francés, produjeron buenos tubérculos. Los iniciadores del proyecto destacan que de esta manera resulta evidente que siempre que se utilicen métodos regenerativos, serán útiles.


Mundo Agropecuario ha leído el artículo de Leslie Camus, vicepresidente de agricultura de McCain Europa Continental (una división de la transnacional canadiense para la producción de productos de patata), publicado en Politico, que destaca la relevancia de replicar prácticas agrícolas regenerativas : “Durante los últimos cuatro años, la Unión Europea, guiada por su Estrategia de la granja a la mesa y de biodiversidad, ha realizado una serie de esfuerzos políticos para promover modelos agrícolas sostenibles, pero aún no ha habido un interés generalizado entre los agricultores europeos en las prácticas regenerativas. 

Un estudio reciente publicado en la revista Science Advances reveló una realidad alarmante: la humanidad ha violado seis de los nueve límites planetarios. A medida que nos acercamos al final de 2023, queda claro que ya estamos en camino de ser el año más caluroso jamás registrado, por lo que vale la pena considerar la realidad de un punto de inflexión sin retorno.

En la intersección de varias crisis, la agricultura regenerativa representa una solución multifacética. Promete mejorar la salud del suelo, mejorar la calidad del agua, promover la biodiversidad y, en última instancia, secuestrar carbono en los suelos, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero. En última instancia, aporta beneficios a los agricultores. 

Los resultados positivos de las dos Future Farms de McCain Foods en Canadá, dedicadas a probar métodos regenerativos de cultivo de papa, resaltan el potencial de la agricultura regenerativa. Además, los ensayos realizados en ocho granjas piloto en Francia son consistentes con los resultados canadienses: los cultivos de cobertura de invierno combinados con prácticas de labranza alternativas mejoran la calidad del suelo, lo que da como resultado una erosión e inundaciones limitadas y un aumento del bioma del suelo, por ejemplo, de lombrices de tierra.

El riego por goteo ha demostrado una reducción del 20 % en el uso de agua limpia y el equipo de fertilización especializado ha reducido el uso de nitrógeno en un 20 %. Gracias a estos resultados, la adopción de la agricultura regenerativa podría desempeñar un papel crucial en la restauración del 60-70% de los suelos europeos considerados degradados por la Comisión Europea.

La Coalición para la Alimentación y la Tierra estima que un cambio importante hacia la agricultura regenerativa podría agregar 1,2 billones de dólares a la economía mundial para 2030. El año pasado, cinco granjas piloto en Francia experimentaron con la labranza reducida en tres variedades diferentes de papa. El resultado: un aumento del rendimiento de aproximadamente un 11 % y un mayor porcentaje de tubérculos de patata grandes. 

Los ensayos también han demostrado que los cultivos de cobertura de invierno de múltiples especies que contienen leguminosas no sólo tienen un efecto positivo en el suelo, sino que también aumentan el rendimiento de las patatas (+3%). 

Basándose en los resultados de los ensayos en granjas regionales de toda Francia, McCain no tiene dudas de que la agricultura regenerativa puede ayudar a producir alimentos de manera más sostenible y, al mismo tiempo, tener un impacto positivo en el rendimiento de los cultivos locales. En última instancia, esto también respalda los medios de vida y la seguridad alimentaria de los agricultores. Es por eso que McCain se compromete a convertir el 100% de nuestra superficie de papa a agricultura regenerativa para finales de la década.

La era de “hacer todo como siempre” ya pasó y se necesitan inversiones para ayudar a los agricultores a adoptar prácticas ecológicas. La implementación de prácticas de agricultura regenerativa requiere una estrategia holística y un enfoque integrado, comenzando con un marco regulatorio sólido respaldado por definiciones claras y puntos de referencia mensurables. Al mismo tiempo, las prácticas agrícolas deben adaptarse a los ecosistemas individuales.

Los agricultores suelen citar el costo (o el costo percibido) como una barrera para la agricultura regenerativa. Resolver este problema requiere una acción inmediata por parte de los responsables de la formulación de políticas en colaboración con las empresas agroalimentarias y los financistas. Se debe invertir en los agricultores regenerativos mediante apoyo financiero directo e indirecto. Este apoyo financiero podría incluir la reutilización de subsidios y programas de incentivos existentes para recompensar a los agricultores en función de los resultados positivos de los servicios ambientales que brindan. 

Un estudio estadounidense sobre el trigo encontró que después de implementar métodos de agricultura regenerativa, los agricultores pueden mantener o incluso aumentar los rendimientos, lo que resulta en un retorno de la inversión del 15 al 20% y un aumento del 120% en las ganancias en comparación con los métodos tradicionales.

Cabe señalar que, según muchos estudios, una de las principales barreras para la implementación de prácticas agrícolas regenerativas es la falta de conocimientos y habilidades. Específicamente, nuestra experiencia destaca la necesidad de una amplia capacitación técnica para apoyar no solo a los agricultores y profesionales agrícolas, sino también a trabajar con funcionarios locales y regionales que tienen una influencia significativa en la aplicación de directrices y regulaciones.

El potencial de la agricultura regenerativa para abordar los desafíos globales interconectados es enorme, pero lograrlo requerirá alianzas y colaboración entre agricultores, formuladores de políticas, empresas, científicos e instituciones financieras”. 

(Fuente: www.politico.eu. Autor: Leslie Camus. Foto: McCain Foods).