Protegiendo la soja de enfermedades durante la temporada de lluvias: bioinoculantes para semillas y fungicidas


Un fitopatólogo brasileño habló sobre por qué vale la pena proteger la soja de enfermedades “dependiendo del clima”.


Según el investigador fitopatólogo de la Red Técnica Empresarial Brasileña (RTC/CCGL), Carlos Pizoloto, para lograr altos rendimientos de soja en un período difícil, con mucha lluvia, que retrasa la siembra y contribuye aún más a la propagación de enfermedades, es importante tomar medidas preventivas. Se deben tener en cuenta acciones y hacer ajustes para proteger la soja en base a un seguimiento constante. 

“Uno de los principales desafíos del cultivo de soja es el impacto de las condiciones climáticas caracterizadas por precipitaciones superiores a la media. Si bien estas lluvias aumentan el rendimiento de los cultivos, también contribuyen a los brotes de enfermedades. Por ejemplo, en Brasil es la roya asiática la que causa enormes daños. La primera línea de defensa es el uso de bioinoculantes eficaces para el tratamiento de semillas como red de seguridad para mejorar la salud de los cultivos”, señaló, enfatizando la importancia de elegir los bioproductos adecuados y de alta calidad

En Brasil, actualmente se recomiendan productos con cepas bacterianas Bradyrhizobium elkanii ,  Bradyrhizobium japonicum  y Bradyrhizobium dizoefficiens para la inoculación de soja para los productores de soja . Las cepas aprobadas como inoculantes de soja en Brasil pueden fijar 300 kg/ha de N o más, pasando el nitrógeno restante acumulado a lo largo de la cadena a cultivos posteriores como el trigo o el maíz. Sin embargo, todo el proceso de inoculación puede verse comprometido si el inóculo se compra a proveedores cuestionables y no cumple con los estándares de control de calidad. Estos productos sólo deben adquirirse en empresas acreditadas que suelen proporcionar asesoramiento sobre su aplicación.

“Además de la roya, en la temporada de lluvias aparecen tempranamente manchas en las hojas, incidencia de antracnosis y aparición del complejo Diaporthe / Phomopsis , que provoca roturas de tallos y anomalías en las vainas. Se necesita una buena estrategia de fungicidas para combatir estos problemas. La aplicación de fungicidas en la etapa V3-V4 (entre 20 y 25 días después de la emergencia) es importante ya que es fundamental para el control eficaz de enfermedades, especialmente la mancha foliar y la antracnosis. Es posible utilizar una combinación de productos agroquímicos y biológicos, como los biofungicidas a base de Bacillus , que han demostrado un mejor control de enfermedades, incluida la roya asiática”, afirma Carlos Pizoloto.

El experto recordó una adecuada rotación de productos para evitar resistencias y garantizar la eficacia continua de los pesticidas. “Destaco la importancia de intervalos regulares de aplicación y uso de carboxamidas y triazoles para maximizar la efectividad y extender el control de enfermedades a lo largo del ciclo de crecimiento de la soja. También se debe considerar la aplicación de fungicidas al final del ciclo, especialmente para aquellos que comenzaron las aplicaciones de fungicidas tarde o cuando la enfermedad estaba en un nivel más alto. Nuevamente, se debe evitar la repetición excesiva de tratamientos como el protioconazol y el tebuconazol, que pueden causar fitotoxicidad, especialmente al final de la temporada de crecimiento. Además, cabe mencionar la importancia de utilizar dosis crecientes de fármacos multimedia, como mancozeb y clorotalonil, para un control más eficaz de la enfermedad. Por último, está la cuestión del intervalo entre aplicaciones. Los intervalos más cortos son más efectivos, especialmente con la siembra tardía, ya que reducirán la formación y acumulación de inóculo de hongos patógenos en la soja”.

Fuente: rtc.coop.br.